El partido entre Venezuela y Uruguay marco un antes y después en el balompié nacional. Lo que antes era un encuentro de simple protocolo, se convirtió en una pesadilla para el conjunto charrúa, la cual tuvo una de sus peores eliminatorias sudamericanas.
Era el año 2004, La Vinotinto, en aquel entonces dirigida por el estratega, Richard Páez, venía de cosechar resultados positivos en la eliminatoria, algo muy fuera de lo común considerando que nuestro país siempre fue considerado como una “Cenicienta” en la región.
Un 1-0 ante Colombia en Barranquilla ya era una señal de que el conjunto criollo estaba en óptimas condiciones para optar por un cupo para el Mundial de Alemania del 2006, considerando que equipos como Bolivia, Chile, Perú y el ya mencionado conjunto cafetero, no estaban cosechando los mejores resultados para aquel entonces.
Pero el ascenso futbolístico de Venezuela coincidió con el declive de Uruguay, selección ganadora de dos copas del mundo y la cual era considerada una de las más fuertes de la región junto a Argentina y Brasil.
Declive uruguayo
Luego del mundial del 2002, Uruguay, poco a poco se fue desmoronando como selección, más que todo a nivel futbolístico, todo esto demostrado más que todo en la inconsistencia que había aquel entonces con los entrenadores que dirigían al conjunto celeste.
Desde el 2001 un total de 5 directores técnicos tomaron las riendas del equipo uruguayo siendo los más destacados: Víctor Púa, Jorge da Silva, Gustavo Ferrín y Juan Ramón Carrasco.
Este último sería el que se llevaría uno de los momentos más agridulces de su carrera, perder con el seleccionado “más débil de la Conmebol”.
Desde un principio, Carrasco, fue una elección bastante particular y la cual generó un poco de dudas, ya que para aquel entonces el uruguayo solo tenía experiencia dirigiendo a clubes tales como el Rocha FC y el Fénix, por lo que su nombramiento fue casi una “apuesta” por parte de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).
A pesar de que a un principio “El Pita” (apodo de Carrasco) empezó a sacar resultados positivos siendo el 5-0 ante Bolivia un ejemplo, su proceso sería terminado debido al “Centenariazo”, partido que hasta el día de hoy es un amargo recuerdo para el DT.
Ascenso venezolano
La era “Páez” en la Vinotinto significó un gran avance en nuestro fútbol venezolano. Su equipo sacaba resultados positivos ante selecciones grandes, además que hacían un buen despliegue de fútbol, cosa que sorprendió a fanáticos y la prensa nacional e internacional.
Sus victorias ante Chile, Bolivia, Colombia y Perú, hacían de “Los lanceros de Páez”, uno de los equipos sorpresivos de la Conmebol, siendo el primer lugar por supuesto para Ecuador, selección que desde hace años ha tenido un aumento tremendo.
La victoria de Venezuela 1-0 ante el seleccionado cafetero, sin lugar a dudas no solo dejó muy buenas sensaciones en el plantel y cuerpo técnico, sino que la palabra “esperanza” se sentían en los bastidores del combinado nacional.
Esta misma esperanza por supuesto fue lo que hizo que Venezuela se metiera en la cabeza que podían ganarle a Uruguay de visitante, hazaña difícil más no imposible.
Con esto en mente, La Vintotinto, se prepararía para vivir uno de los partidos más emocionantes e inolvidables de su historia.
Humillación para uno y hazaña para el otro
Desde su llegada a Montevideo, Venezuela, ya estaba sintiendo el aire de hostilidad por parte de la prensa uruguaya y sus fanáticos. Muchos ya aseguraban que la selección celeste golearía o ganaría por un margen alto a la Vinotinto.
Y no es para menos, Los dirigidos por Páez, nunca lograron sacar un resultado positivo en Montevideo, al contrario siempre caían derrotados por un margen muy alto.
Eran las 19:40 horas un 31 de marzo. Ya ambos seleccionados se encontraban en el terreno de juegos ambos ansiosos con llevarse la victoria, pero en los ojos de los jugadores uruguayos había cierta soberbia y seguridad de que se llevarían el encuentro.
Dentro del once inicial destacaban jugadores tales como Álvaro “El Chino” Recoba, Diego López, Diego Forlán y Gustavo Munúa. Por su parte, La Vinotinto, tendría también sus mejores piezas como Juan Arango, José Manuel Rey, Ricardo David Páez y Luis Vera.
Comenzando el partido llevado en el estadio Centenario y con una afición de más de 40 mil espectadores, Venezuela, sentiría la presión por parte del equipo uruguayo el cual apostó por un fútbol ofensivo, a pesar del muy buen manejo de balón por parte de su rival.Pero la mala noche de los uruguayos comenzaría en el minuto 19 y el encargado de hacerlo fue Gabriel Urdaneta, luego de un poderoso remate fuera del área. Un balde agua fría para la celeste que intentó por todos los medios empatar el encuentro.
Un tiro libre de “El Chino” Recoba que se estrellaría en el travesaño en el minuto 30. Y un tiro desde el borde del área de Darío Rodríguez que pegó en uno de los palos, fueron algunas de las ocasiones más claras para los dirigidos por aquel entonces por Carrasco.
Terminado el primer tiempo, El Centenario, se llenaría de abucheos y burlas ante el conjunto charrúa, el cual no sabía responder ante “la débil” Venezuela. Lamentablemente no se darían cuenta lo que les esperaría en el segundo tiempo.
Ya en la segunda mitad del encuentro, vendría el segundo gol de la Vinotinto esta vez siendo el autor Héctor “El Turbo” González tras una asistencia de Alexander Rondón.
Gritos, silbidos, abucheos y olés a favor de la selección venezolana era lo que se escuchaba en Montevideo, y por supuesto no podía faltar la cereza del pastel.
En el minuto 70, Juan Arango, anotaría el tercer gol de Venezuela. Terminado el partido con un 3-0, vendrían las posteriores reacciones y consecuencias ante este “curioso y particular encuentro de eliminatorias”.
Nadie salió ileso
“Esa noche ante Venezuela representó la primera vez en mi vida que quise que un partido terminara cuanto antes. Esa noche fallamos a años y años de historia en ese estadio donde a nadie le era fácil ganar. Resultó una mancha histórica para el fútbol uruguayo”, así fueron las palabras de Carrasco después del partido.
Una semana luego de este resultado, Carrasco, fue destituido por la AUF como seleccionador de Uruguay y posteriormente reemplazado por su compatriota, Jorge Fossati.
Mientras que, Venezuela, fue perdiendo el aire en las eliminatorias y quedó en el octavo puesto, por encima de Bolivia y Perú.
Por su parte, el equipo charrúa, quedaría en el quinto puesto logrando el repechaje internacional ante Australia. Cabe destacar que perdería por tandas de penales ante este equipo y sin chances de clasificar a la próxima cita mundialista.
Ninguno de los dos equipos logró el objetivo mundialista, pero Venezuela con mucho trabajo, coraje y esfuerzo, demostró que se ha convertido en un seleccionado a temer.
Lo que antes era un simple protocolo o un partido para guardar a los titulares, ahora es un reto para cualquier seleccionado de la Conmebol.
Alejandro Durán Bracamonte
DT Fútbol 